Admin
D'Casa Arquitectura - ARQUITECTURA COMPASIVA KÉRÉ
Por Isabel Rosas Martín del Campo

Cuando admiro la obra arquitectónica del arquitecto Francis Kéré, siento que cada vez más la voz silenciosa de la razón que emana de la naturaleza nos grita sutilmente al oído cuanta riqueza existe en la sabiduría de los simple. La simpleza no en términos reduccionistas ni peyorativos sino en términos de la práctica modesta de un tipo de arquitectura cuya fuente de grandeza es la solución de la pobreza entendiendo la adversidad y la circunstancia de una realidad que está alejada del lujo y de la abundancia material de un mundo capitalista.
Generalmente se piensa que la riqueza de la habitabilidad es aquella cercana a toda vanguardia tecnológica que responde a solicitudes de comodidad domótica o de materiales mediáticos que dejan marcas de distinción por sus altos costos de producción más cercanos a cuidar una imagen de éxito que a resolver la vida humana. Pero… ¿es en realidad lo que el origen de la arquitectura buscó? Cada hilo de la historia cose distintas consciencias arquitectónicas. Las nuevas formas de pensamiento sucumben al consumismo de la arquitectura clasista cuyo fin último no es el hombre sino el estatus.

Este año el arquitecto africano Francis Kéré, ha sido merecedor al Premio Pritzker de Arquitectura dejando en evidencia la naturaleza y esencia de un tipo de arquitectura que busca cubrir otras consignas de habitabilidad. En principio la búsqueda del fortalecimiento de comunidades marginadas en cuyo caso los procesos vernáculos son el principal recurso estructural de su propuesta y en donde la estética corpórea supera las creencias de que la arquitectura es una respuesta exclusiva de modernidad cosmopolita.
Francis Kéré rompe paradigmas estéticos actualizando la consciencia de la construcción hacia transformaciones de enriquecimiento humano. Su preocupación por garantizar a través de los espacios construcciones sustentables e inteligentes con cada realidad han logrado que sus propuestas sean miradas por el mundo con respeto y admiración.

Su arquitectura da respuesta realmente a un profundo conocimiento de la dignidad humana y de la dignidad que se merece la naturaleza en donde se va a implantar cada edificio o complejo habitable. Su mayor acto creativo mira con alteridad cada caso. La escasez, en principio, es su mejor fuente poiesística para el enfoque que ha improntado en cada una de sus propuestas que, más allá de su plástica ofrecen una narrativa sensible de humanidad.
No es una arquitectura que cumpla sueños sino más bien resuelve realidades. Es fácil imaginar, para quienes estamos lejos de sus obras, sentir la fuerza que impone la elegante modestia de cada una de sus formas. Su narrativa tiene niveles dialógicos y poéticos sensibles a una cultura que no mira su obra tanto como la experimenta, afortunadamente. Hay una palpable imagen de justicia social cuyos latidos son legitimados por cada uno de los habitantes con la dicha de contar con un arquitecto que tiene la capacidad de mirar a la naturaleza, a la gente y al mundo con lentes muy distintos: los de la dignidad humana vuelta casa, vuelta refugio, vuelta recurso natural y cultural con un sentido de otredad y compasión que haría falta se derramasen como agua a todo el planeta.
La arquitectura de Kéré hace un reconocimiento a los materiales endémicos, tal pareciera que fuese un tipo de agradecimiento que al transformarlos en sus obras arquitectónicas son tan bellos como en su mismo origen. Así lo entiendo cuando miro, por ejemplo, su obra: el Pabellón Serpentine de 2017, cuya forma es un homenaje al árbol como símbolo sagrado de sabiduría, de celebración y de unión y, en cuyo centro, además almacena agua, uno de los recursos de los que mas carecen en esos lugares.

Creo que rescatar la tradición milenaria de las creencias y de las costumbres que atienden, entienden y trabajan con la naturaleza y con la gente con compasión y respeto es algo que la ciudad de concreto podría comenzar a reflexionar. El discurso arquitectónico de Francis keré no tiene voces que aturden, que imponen o que buscan la competitividad plástica; su voz es silenciosa es una conversación continua con el espíritu del lugar y eso logra que sea tan rica y generosa con la comunidad que la vive.
Visita nuestra página web
www.dcasamagazine.com